martes, 7 de enero de 2014

Nióbida o Ménade.

Es una obra escultórica de bulto redondo y realizado en mármol pentélico, que por el dolor acentuado en la profundidad de sus ojos ser puede identificar como una obra del escultor griego Skopas. Es en concreto la Nióbida o Ménade.
Su ubicación original ser encontraba en Cilicia, actual Turquía. Actualmente se encuentra en el Museo del Louvre en París.
La original fue realizada en el S.IV a.C. durante la época posclásica, pero la encontrada era una copia romana. Durante el período posclásico se elimina la búsqueda de la perfección, fría e inexpresiva, y se intenta captar la expresión , la calidez y sentimientos humanos. Se pretende abandonar la divinización para plasmar la humanización.
Es ahora cuando, las polis griegas entran en una serie de luchas entre ellas que acaban con su poderío, circunstancia que será aprovechada por el Filipo de Macedonia para conquistarlas, y más tarde formarán parte del Imperio macedonio de Alejandro Magno.

Consta de un único personaje del cual no hay certeza sobre su identidad.
La escultura ante la que nos encontramos se encuentra realizada en yeso y es un conjunto de bulto redondo.
Es una escultura abierta ya que las extremidades se encuentran separadas del cuerpo. Podemos apreciar el movimiento vigoroso, la actitud y el rostro muy bien escenificados. Como por ejemplo el dolor acentuado  por la profundidad de los ángulos de los ojos. Además de las comisuras en la noble boca. De esta manera se logran varios puntos desde los que describir la escultura.
La exuberante cabellera rizada es muestra de un trabajo minucioso y muy logrado. Acercándose a la realidad.
Podemos apreciar también la técnica de paños mojados mostrando un ropaje muy elegante.
El torso de contorno delicado y de ejecución muy esmerada se encuentra en posición de esquivar las saetas lanzadas por los hijos de la Latona, mostrando  el horror y  dramatismo del momento. Podríamos hablar de una composición serpentinata.
Forma a partir de los ropajes y el movimiento de los brazos y el cuerpo el efecto del claruoscuro.

Al tratarse de una copia realizada en yeso y bastante moderna no podemos distinguir entre una técnica escultórica concreta. Pero la original de mármol muy posiblemente se encontraría pulimentada al igual que el resto de esculturas de la época.

Esta escultura formaba parte del frontón de un templo griego inmortalizando un relato de la Ilíada, una de las obras mas importantes de la literatura griega.

Se identifica con una hija de Niobe pero no hay certeza sobre la identidad de la figura, captada en un momento de miedo, huida y súplica. Pudo pertenecer al grupo original de Níobe y sus hijos que inmortalizaba la trágica muerte familiar narrada en el canto XXIV de la Ilíada. Níobe, reina tebana, alardeó ante la diosa Letona de su profílica descendencia y ésta, ofendida, mando asaetear a sus doce hijos. El grupo fue descubierto en Roma en 1538, pero se ignora qué estatuas lo integraban en origen. Ésta formaría parte del grupo.


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